Diciembre 03, 2003

Distribuyen literatura sobre el caso Esquel

Papa-nataLa organización periodística Panorama Minero distribuye libelo anónimo titulado "LA FILOSOFIA DE LA OPOSICIÓN" en el que, entre otras licencias literarias, se califica al plebiscito del 23 de marzo pasado como "aberrante". A un año de las primeras movilizaciones vecinales contra el proyecto minero de Meridian Gold en Esquel, la publicación que dirige María Celeste Gonzalez lanza esta provocativa pieza de poesía minera. Recomendamos al lector interesado su meditación ...

LA FILOSOFIA DE LA OPOSICIÓN

Buenos Aires, 25 de Noviembre de 2003
Semanal Informativo Especial

El sector minero está enfrentado por quienes, autoconvocados por el "no a la minería", asumen una postura ciega y agresiva, para negar el derecho a opinar sobre un bien público como es el recurso natural.

Oponerse es un derecho y está consagrado en la constitución y la ley. Está dentro de las reglas del juego de una sociedad organizada. Pero oponerse usando la agresividad, el amedrentamiento e, incluso, la exclusión social es, lamentablemente, una negación a la razón y un insulto al diálogo que deben tener los ciudadanos de una comunidad. Negar el derecho de opinión a quienes no comparten la idea de la oposición es un atropello a las ideas.

Es cierto que resulta importante y, aún más, debe ser un reclamo legítimo y permanente la preservación de la salud de los habitantes y el cuidado del medio ambiente en todo el territorio de la Nación. Debe constituir una responsabilidad de la ciudadanía y mucho más de las autoridades que tienen la obligación de supervisar la aplicación de las leyes. Porque la ley es, inapelablemente, el único instrumento que puede asegurar el desenvolvimiento de una actividad en condiciones que exige toda la comunidad en procura del cuidado de su salud y de su bienestar.

El organismo responsable de la aplicación de la ley debe tener autoridad y debe compenetrarse, con seriedad y conocimiento de lo que se trata, para que no existan corrientes anarquizadoras que desvirtúan el reclamo de la población. El legítimo reclamo de la comunidad convertido en argumento de oposición es falaz, es engañoso y resta mérito a la autoridad. Y es anárquico, contrario a todo sistema de convivencia y al sentido de la más elemental interpretación de la democracia.

MineroEn la ciudad de Esquel se ha producido el más grosero de los hechos que un opositor puede exponer. Una corriente de oposición conformada por ex empleados del Estado y propietarios de pequeñas agencias de turismo, iniciaron una campaña opositora utilizando las más audaces suposiciones sobre la minería. Se dijo que se trataba de "una minería que mata", "que depreda", "que contamina", argumentando sobre la base de hechos históricos de la minería tradicional, superados en el tiempo, sin reconocer la existencia de una legislación, de una autoridad, de una responsabilidad empresaria. Y lo más grave aún, utilizando los informes de la propia autoridad provincial sobre estudios de impacto ambiental.

"La exageración flagrante sobre el deterioro ambiental asusta a todos y lleva a las personas a gastar recursos y enfocar la atención en problemas inexistentes mientras ignoran los problemas reales" dice BJORN LOMBORG, en su libro "El Ambientalista Escéptico". Se pregunta, así mismo Bjorn, ¿Porqué continúan estos grupos desinformando al público? Bien, para empezar - dice a su vez - ellos deben su misma existencia y su financiación a la amenaza permanente de estos problemas. En otras palabras, mientras peor parezcan ser los problemas, más importantes parecerán los grupos que los estudian y oponen".

Exactamente es lo que ha ocurrido en ESQUEL. Todo se basó en la suposición. Hasta la aparición de esta corriente opositora, el proyecto Esquel sólo era un PROYECTO con posibilidades de ser explotado. Pero para los fundamentalistas ya estaba contaminando, los niños ya sufrían "el flajelo" de la contaminación, la población "iba a sufrir graves consecuencias; los ríos serían desviados y contaminados, los bosques petrificados". La demostración obsesiva de esta corriente opositora se daba con la exposición de calaveras pintadas de oro en las plazas de la Capital Federal y de la ciudad de Esquel. A los niños en las escuelas se les provocaba el temor y el espanto por la minería. Estaban lejos de inculcar el beneficio de los minerales en la vida del ser humano.

Qué loco, no?Quienes se oponían - y siguen con ese mal intencionado afán de excluir oponiéndose - utilizaron todos los medios para alcanzar record de participación de la gente en apoyo a su postura. La ciudadanía fue a emitir su voto por el "no", no muy convencida de si estaba en lo correcto o lo hizo porque tenía temor de quedar excluido, marginado en una sociedad pequeña y elitista.

En realidad, el miedo difundido por todos los medios, con toda la dramaticidad con que se orientó a los vecinos, con toda la audacia de un simbolizado fundamentalismo, se perpetró el más aberrante de los plebiscitos, sin que ninguna autoridad, ninguna institución ni ningún profesional del sector cuestionado pudiera expresar una opinión sobre la minería, no ya como actividad, sino como un elemento consubstanciado con la vida misma. La ley y la constitución no fueron tomados en cuenta y se obligó al Consejo Deliberante a sancionar ordenanzas contrarias al más elemental juicio de valor y contrariando disposiciones constitucionales.

Este panorama hoy presenta la ciudad de Esquel, donde con cierta frecuencia, se cuestiona, se amenaza y se agrede cualquier actitud que pudiera descorrer el velo del dramático cuestionamiento que se hizo a la minería. Hoy Esquel, vive la vigilia de la atrocidad.


ComentariosComentarios:

Querido Luis: Muy interesante este artículo! Demuestran que son unos caraduras! Siempre acompañamos con bibliografía nuestras apreciaciones, mientras ellos apostaban a la confianza (en ellos por supuesto). Siguen mintiendo!, no les queda otra. Te felicto por la pagina! Saludos Marta

No queda claro en que no estás de acuerdo y con que fundamento?
Lo del plebiscito es totalmente cierto, ya que al prohibir la audiencia publica y continuar la provincia adhiriendose a la Ley Nacional de Inversiones Mineras, demuestra lo aberrantemente incongruente del propio Consejo "Delirante" de Esquel (el mismo que en el año 2000 se adhirió a todas las leyes mineras nacionales y le solicitó a la empresa que por favor siguiera trabajando y tomara empleados locales)

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