Octubre 07, 2006

Un pequeño pueblo gigante de la Cordillera

En agosto de este año, los vecinos de Punta del Agua distribuyeron los primeros ejemplares de Gotas de Vida. El folleto define desde el mismo título el espíritu y la fuerza que los agrupa. La población no llega a mil habitantes y se halla en las nacientes del río Atuel, aunque para las mineras sólo signifique que dispondrán de agua para lixiviar con químicos los minerales que encuentren. Cerca, una pujante ciudad se prepara para librar todas las batallas que hagan falta para impedir la prospección y explotación de la nueva minería metalífera: a escasos noventa kilómetros, General Alvear cuenta con la decisión de su pueblo que, al ver amenazada su producción agroganadera, formaron una multisectorial a semejanza de la vecina San Rafael.

Punta del Agua y General Alvear, Mendoza, 4 de octubre de 2006
Por Javier Rodríguez Pardo

Todo Mendoza es un calco de la actividad contra la destrucción de suelos y agua que propone la nueva tecnología extractiva de la minería, y General Alvear respondió con una de las mayores movilizaciones de la región. Peligra la preservación de su economía agrícola (43% frutícola, 30.6% vitivinícola, 4.4 horticultura y 3.7 forestal); el 40 % del producto bruto del departamento corresponde a la actividad agropecuaria. Más de cien mil cabezas de ganado bovino y unas trece mil de caprinos fortalecen una economía que depende fundamentalmente del suelo, del riego, de buenas prácticas agrícolas y del permanente abastecimiento de las principales empresas del medio, bodegas, galpones de empaque, secaderos, industrias de conservas y concentradoras. El año pasado, General Alvear exportó por casi catorce millones de dólares a través de 699 operaciones a distintos países. Curiosamente, ve crecer a pasos agigantados su producción orgánica merced a la demanda de una fuerte corriente mundial de consumo de productos naturales, en oposición a los biotecnológicos. Los mendocinos saben mejor que nadie que el primer mundo reclama productos de calidad mientras que a nosotros nos impone la teoría alimenticia transgénica.

La población de General Alvear no duda un instante acerca de las invasiones mineras amenazantes y sus consecuencias. La Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería del departamento, que preside Adolfo Nieto, nos recibió en el salón de la Sociedad Rural donde expusimos con el ingeniero de minas, Hugo González, acerca del nefasto método extractivo metalífero que provoca drenajes ácidos destruyendo ecosistemas, aguas arriba de poblaciones y cultivos. Exhibimos una película chilena que refuerza la visión del drama trasandino donde la minería y la producción fruti hortícola son incompatibles, y describimos la realidad que viven hoy los pueblos amenazados por esta minería en nuestro país y en el resto de América.

Las quinientas sillas iniciales fueron pocas, enseguida más de setecientos alvearenses preocupados, entablaron un debate que dejó sin respuestas a funcionarios y a profesionales mineros de las empresas transnacionales presentes. Para Adolfo Nieto el lugar elegido es pequeño y sentencia: "Nuestro pueblo vive la cuestión minera con suma preocupación. Creemos que en Mendoza, se les hará difícil a estos señores del oro y del cobre, echar base para el saqueo. Nuestros pueblos - insiste - son concientes de vivir y producir en zona árida. El agua es vital." Gran verdad, porque el fervor con que defienden la calidad de vida y el futuro de la región son el arma más elocuente para frenar al invasor del Norte que viene por todo, no sólo por el oro.

Emociona ver a los chicos y docentes de la escuela 1-267 Florentino Ameghino, de Punta del Agua, manifestar su activismo en esta causa. La publicación Gotas de Vida les sirve a Carlos Pía y a su familia para mantener movilizada a la pequeña comunidad: "Porque el agua nos brindó el nombre, nos define como pueblo, y porque el agua nos da la vida... le decimos NO a las explotaciones mineras porque es nuestro deber salvar lo que tenemos," advierten de manera destacada. A tan solo un par de kilómetros de la casa de los Pía fotografiamos los primeros mojones plantados por la minera. Fue un instante donde las miradas se cruzan y el silencio interroga de manera cruel: "...si perdemos la lucha nos tendremos que ir". Un poco más abajo recogimos imágenes nuestras tomando agua de una de las vertientes del Atuel, porque precisamente es el agua mineral que envasan dos embotelladoras de General Alvear, de la fuente al consumidor. Pozo Azul es una afamada vertiente de agua mineral. El agua y el sol de Mendoza, para qué más.

Virtual estado de asamblea en General Alvear

Después de la disertación en el complejo ferial, aceptamos la invitación de un grupo de jóvenes, casi todos profesionales, que decidieron vivir en el pueblo al concluir sus estudios universitarios. Algunos atienden sus fincas, heredadas o compartidas con la familia; no descuidan sus ocupaciones habituales y utilizan buena parte del día en interminables tertulias en el restobar que "inventó" Germán Perón, el gringo, el del apellido histórico. No recuerdo otro lugar que tipifique mejor a su gente que esta ciudad del sudeste mendocino, donde el mote los representa cabalmente. En esta ciudad es común aceptar el apellido registrado por la imaginería popular y desconocer el que figura en los documentos. Una veintena de jóvenes, entre veinticinco y treinta y tantos años, decidió enarbolar la lucha contra la minería contaminante. Son parte de los setecientos alvearenses que presenciaron nuestra charla en el auditorio del predio rural, parte de los mil quinientos que manifestaron por el pueblo rechazando la prospección minera de Punta del Agua. Todos ejercen su profesión en el sitio que los vio nacer y criarse "y de este modo –dicen ellos- equilibran el éxodo de muchos otros que eligieron Europa, por ejemplo".

Al bar del Gringo nos condujo Mauro Jaliff, de familia siria, el ingeniero agrónomo de la patota, pero que sólo saluda cuando lo llaman por Gallo. Y así fue apareciendo el resto: Poro y Jarilla, abogados; Cóndor es el contador; Petete y Sandía, despachantes de aduana; Pablito es el periodista pero le dicen Perico; Pochi trabaja en el restobar del Gringo y en la finca de su abuela. Cone es martillero y Chino, peluquero. Capi es el dueño de la marca Gaspar Campos, un vino sirah que aún recordamos, será por sus botellas numeradas que abrimos en la cena. "Los que se fueron del pueblo no vuelven más, pero quienes quedamos defenderemos este rincón mendocino contra depredadores y contaminantes, porque se trata de nuestra calidad de vida", dice Gallo. "Aquí vivimos con dos mangos", completa el Gringo. Al rato aparece Rintin, que es verdulero. "En la barra nos falta el carnicero para tener el asado completo," disfrutan casi a coro. No es broma lo que cuento, y el vino aún no había hecho efecto.

Con Hugo González intercambiamos miradas de sorpresa al verlos aparecer, porque ahora sus reuniones sociales se convirtieron en asambleas permanentes, "a todos nos une la complicidad de esta lucha" – agrega el Gringo - "que es común a los pueblos invadidos por las transnacionales mineras de la contaminación y el despojo", concluimos nosotros para contarles las experiencias de otros lugares. Es que durante el encuentro repasamos los sitios, las poblaciones que hoy están alzadas impidiendo prospecciones y explotaciones mineras, cada vez más, porque todos los días aparecen técnicos y equipos sobre un campo, en la meseta o en la Cordillera, dibujando senderos que afectarán a los pueblos. La provincia de Mendoza fue sacudida por San Rafael, contra la minería de uranio de Sierra Pintada, y por San Carlos, Tunuyán y Tupungato en el Valle de Uco, al anunciarse prospecciones de oro, plata, cobre y molibdeno; el Frente Diamante aglutina a las poblaciones de estos valles. Malargüe será sede de la explotación de yacimientos de potasio que involucrará a tres estados contiguos, pero también hay cateos de minerales diseminados de oro, plata y cobre y, por supuesto, los demás minerales que acompañan a los que son denunciados como motivo de la explotación. "Si se llevaran a cabo todas las prospecciones y explotaciones mineras denunciadas por las transnacionales, viviríamos un infierno, y esta situación no es ninguna utopía," confiesan con alarma los alvearenses.

Oro, plata, cobre, uranio y el resto

Los cuatro metales de referencia son los más denunciados por las transnacionales, en el sudeste mendocino, pero no diríamos la verdad si ocultásemos el gran despojo que significa la explotación minera. El molibdeno, renio y las "tierras raras" entre muchos otros minerales que sistemáticamente venimos denunciando forman parte del saqueo que no suele figurar en la declaración jurada de las empresas. El uranio, cuesta 110 dólares el kilogramo pero el renio, crítico, ronda los 1.600, mientras que las llamadas "tierras raras" (catorce elementos de la tabla periódica) que demanda la cibernética moderna de las comunicaciones, se paga en USA a razón de 10.000 dólares la tonelada y salen de nuestras montañas sin figurar en papel alguno.

Las canadienses Portal Resources en Los Toldos, Minera Chapleau SA en Punta del Agua y Minera Exceter en Agua Escondida (Malargüe), acompañan el paquete extractivo que se completa con la mina de uranio de Sierra Pintada, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y Megauranium. Las primeras se hallan en etapa de cateo o exploración, la de Sierra Pintada es una realidad que amenaza a la región, manteniendo a la Multisectorial de San Rafael en virtual asamblea permanente, denunciando desde hace tiempo que las viejas explotaciones mendocinas de la CNEA quedaron sin remediación alguna; miles de tambores residuales mal enterrados y escombreras e infraestructura en absoluto abandono; la CNEA publicita ahora la adjudicación de un dinero del Banco Mundial para reparar el daño de la vieja explotación uranífera de Sierra Pintada, pero el pueblo agotó paciencia y credibilidad, y la CNEA lo sabe. Para colmo, otra vez recurriendo a las arcas del estado, endeudándonos con el Banco Mundial. Para Héctor Correa (Ong Nativa) y Paulina Martínez (Multisectorial del Sur) "El agua de la lixiviación tarde o temprano se filtrará y el sólo rumor de una eventual contaminación cerrará nuestros productos a los mercados del mundo" pero "las enfermedades y el daño económico son parte del pasivo ambiental que heredaremos del sistema extractivo", corroboran ambos, y concluyeron: "porque muchos pobladores abandonarán la región debido a la calidad de vida robada".

Toda la familia de Mario Carbó, empresario dedicado a la ganadería, está enrolada en este frente de lucha: "Hasta ayer - por decir de alguna manera - me preocupaba sólo la finca, pero cuanto más pensamos en producir e invertir más viene a nuestra memoria la minería que quieren explotar sobre nuestras cabezas. No podemos estar al margen – dice - y todas las instituciones de la región deben movilizarse. Si nos ponemos a pensar, somos muchos y con más fuerza que las mineras."

Fuego, defensa civil y contaminación minera

Roberto J. Triguez, fue técnico electromecánico y de comunicaciones en una decena de emprendimientos y responsable del área en obras trascendentales de la provincia de Mendoza, pero tal vez su compromiso mayor fue con el pueblo de General Alvear al ejecutar el sistema de comunicaciones para la regional cuatro del Plan Nacional de Manejo del Fuego, del que es autor. Fue tres veces presidente de Radio Club General Alvear, y en su libro "Fuego en el Sur de Mendoza" cuenta las acciones contra los incendios que se propagan de octubre a marzo de cada año; describe los actos heróicos de este pueblo intentado salvar la economía de la región y el medio ambiente, "a costa de la vida de las personas, casi masivamente". Tal vez por esta experiencia anual, sus habitantes sienten que la cuestión minera se encuadra en la misma defensa ecológica, porque por donde hemos transitado se percibe que la política minera es un azote al medio ambiente y al consumo de agua que es vital y cuidada por todo mendocino, desde el día en que nació. "Llegué a relacionarme con el tema del agua potable a través de mi oficio, dice Triguez, pero también como auditor del control de calidad y de los sistemas de explotación del agua. La sucursal de OSDE contaba con tres perforaciones de 70 a 90 metros de profundidad, databan de 1960. Por las condiciones de salinidad del río Atuel dejamos de tomar el agua y tuvimos que realizar más perforaciones, a más de cien metros de profundidad y - continúa Triguez - comprobamos que estaban contaminadas con minerales propios del área, pero debido a las perforaciones de riego que por esa época eran más de trescientas."

Los pozos se hallaban aguas arriba de la ciudad y habían colapsado debido a la intercomunicación de las distintas napas atravesadas por las perforaciones. "Hoy podemos relacionar esta experiencia con la prospección minera – reflexiona Roberto Triguez - ya que en esta actividad las perforaciones son muchas y generalmente se omite hacerles el tratamiento adecuado para que no contaminen los cursos de agua. Cuando cerramos los tres viejos pozos – recuerda - decidimos cementarlos y sellarlos para evitar cualquier contaminación, típica de las perforaciones de riego".

- Y se vienen cientos de perforaciones mineras.

- Así es. Nosotros sabemos – gesticula Triguez con vehemencia - que la prospección y ulterior explotación minera contribuirá con mayor daño, irreparable; si bien cualquier perforación sin encamisar termina por contaminar las napas al comunicarlas entre sí, debemos pensar en los volúmenes de agua que precisan y que inutilizarán.

En este sentido, el ingeniero de minas, Hugo González, acota que "se torna difícil controlar que las empresas encamisen debidamente las perforaciones, y es que los ejemplos de negligencia y promiscuidad de las labores mineras provocaron históricamente daños de los que somos testigos". Es suficiente con recorrer - les recuerdo - la veja mina La mejicana, en las alturas del Famatina. Hoy los riojanos sufren los ácidos, consecuencia de las labores mineras de hace cien años.

Un oasis en zona árida

Del 3 al 7 de mayo del corriente se realizó en General Alvear la XXV Fiesta Nacional de la Ganadería en Zonas Áridas. Por entonces rondaba en la mente de sus organizadores la imperiosa necesidad de debatir sobre la minería. Para muchos miembros de la Cámara, la prospección y explotación minera es incompatible con la actividad tradicional de una región que apostó esfuerzo y economía a generar productos de calidad reconocidos en los mercados internacionales. No se requiere mucha lucidez para admitir que los drenajes ácidos de las labores mineras, las voladuras y la sopa química para atrapar los distintos minerales, juegan en contra de ganar y consolidar mercados. No hace mucho, Suecia hizo retornar 85.000 botellas de vino chileno sencillamente porque las cepas se hallan en proximidades de una planta de celulosa.

La calidad está en relación directa con mercados muy competitivos donde hay que imponerse y General Alvear tiene historia y fama internacional que no piensa rematar por las monedas que le pueda dejar la minería a la región. Me comentaba la gente de la Cámara de Comercio que en 1948 Anselmo Cremaschi construyó y patentó a nivel mundial la "fermentación continua", más conocida como "Fermentación Cremaschi". El creador de la Bodega Faraón no imaginó que su pueblo convertiría el sitio en patrimonio histórico y cultural y que su nombre habría de trascender al revolucionar la industria vitivinícola. Hoy los habitantes de San Rafael y de General Alvear sueñan con nuevos mercados, se aferran a historias y tradiciones, convierten a su clima templado semiárido en oasis de riego y a miles de hectáreas surcadas por ríos que escurren de la montaña, en un vergel. Destruir ese ecosistema sólo cabe en mentes demoníacas.

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OTRAS NOTAS:

Fuerte oposición de vecinos y concejales alvearenses a la extracción de oro
Diario Los Andes, Mendoza, Argentina

Sigue la preocupación por proyectos mineros
Diario San Rafael, Mendoza

Más de 3000 alvearenses se manifestaron contra la minería
Diario UNO, Mendoza

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