Enero 30, 2007

ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA VIDA FUE UN ÉXITO!

Desde el 24 al 27 en Sigsig, Cuenca y Gualaquiza se desarrolló el ENCUENTRO DE PUEBLOS POR LA VIDA. La convocatoria fue realizada por el Movimiento Mundial para la Salud de los Pueblos – Latinoamérica -, la Facultad de Medicina de la Universidad de Cuenca, el Frente Nacional por la Salud de los Pueblos del Ecuador, la Coordinadora Campesina Popular, Acción Ecológica, la Comisión en de Defensa del Medio Ambiente de la Victoria del Portete y el Comité de Defensa de la Vida y en Contra de la Minería de Sigsig.

SECRETARÍA DE PRENSA DE LA COORDINADORA CAMPESINA POPULAR DE MORONA SANTIAGO
COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y DE LA SOBERANIA NACIONAL
Cuenca, Ecuador, 29 de enero de 2007

AGREGAMOS: DECLARACIÓN DEL ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA VIDA

El día 24 en el Sigsig se congregaron miles de personas en el coliseo de esa ciudad que estuvo abarrotado, calculándose que por lo menos unas 3 mil personas participaron en este primer día, en donde organizaciones y comunidades de Azuay, Loja, Morona, Zamora, Imbabura, Pichincha, Bolívar, pudieron escuchar las exposiciones a cerca de lo que es minería a gran escala y cielo abierto y los impactos en la salud humana, luego de lo cual varios testimonio de distintos lugares del país y de otros países, evidenciaron la grave amenaza que ese tipo de minería representa para la vida y la salud de los pueblos. Posteriormente se realizó la multitudinaria marcha por el agua donde se expresó a viva voz el deseo de los pueblos de defender este recurso vital como un derecho humano y evitar que sea controlado por las transnacionales, en especial las mineras.

El día 25 y 26 en Cuenca se desarrolló una apretada agenda en la cual tanto las exposiciones realizadas por varios expertos en los diferentes temas abordados, como los testimonios de los pueblos, dejaron en claro la necesidad de la UNIDAD Y LA ORGANIZACIÓN para enfrentar a los enemigos comunes que no tienen reparo en llegar a cualquier tipo de agresión para conseguir sus perversos fines.

A pesar de la situación que se generó en Cuenca, debido al fallecimiento de la Ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, la participación fue multitudinaria los dos días. Estuvieron presentes cientos de mujeres y hombres de las comunidades donde las empresas transnacionales mineras, en su mayoría canadienses, han obtenido las concesiones en forma inconsulta, sin que la población tenga la más remota idea de cómo se realiza minería a cielo abierto, y donde se engaña, manipula y extorsiona a la población muchas de las veces con la complicidad de autoridades, medios de comunicación y fuerza pública.

Importante fue el tema abordado el día viernes sobre GEOPOLITICA, MILITARISMO Y MINERIA. Tanto las exposiciones de los distintos profesionales como los testimonio presentados han puesto en cuestionamiento el papel de las fuerzas armadas en los conflictos con las transnacionales mineras, en especial, en los casos de Intag (Imbabura) y El Pangui (Zamora Chinchipe) y la pérdida de la soberanía nacional que se da como consecuencia de entregar miles de hectáreas de territorio ecuatoriano a las transnacionales mineras.

Muchas otras manifestaciones de protesta acompañaron el evento como el estreno del documental VIENTOS DE LA AMAZONIA de jóvenes realizadores de la ciudad de Cuenca, una exposición fotográfica sobre los conflictos de Jimbitono y Tundayme, participación de grupos musicales y de danza y una presentación con fotos y música del joven artista gualaquisense Cristian Guarniso en representación del Comité en Defensa de la Vida de Gualaquiza.

El día viernes 26 se dio a conocer la DECLARACION del Encuentro, donde se hace constar la conformación de la COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y DE LA SOBERANIA NACIONAL, coalición de comunidades y organizaciones para enfrentar a los saqueadores de nuestros recursos, violadores de derechos humanos y de nuestra soberanía. En esta coalición se encuentran: Comisión en Defensa del Medio Ambiente de Victoria del Portete y Tarqui, Consorcio de Juntas Parroquiales del cantón Chordeleg, CONFEMEC (Azuay), Cabildo de Mujeres de Cuenca, Coordinaora Política de Mujeres, Comunidad El Lirio – Racar Bajo, Junta Parroquial de Delegsol, Comité en Defensa del Agua (parroquia Octavio Cordero Palacios), Comuna San Felipe de Molleturo, Coordinadora Campesina Popular de Morona Santiago, Comité en Defensa de la Vida de Gualaquiza, Centro Shuar Kupiamais, Asociación Shuar de Bomboiza, Comité en Defensa de la Vida de El Pangui (Zamora Chinchipe), Frente de Mujeres en Defensa de la Vida de El Pangui, Asociación Shuar de El Pangui, Resistencia Sur, Federación de Barrios de Quito, Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador FEUE, Red de Ecologistas Populares del Ecuador, Asamblea de La Floresta, Acción Ecológica, Frente Nacional por la Salud de los Pueblos, Junta Parroquial de Pacto (Pichincha), Defensa y Conservación Ecológica de Intag (DECOIN), Ecoturismo Junín (Intag).

Dentro de las primeras acciones que emprenderá la COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y LA SOBERANIA NACIONAL está el envío de una carta al Ministro de Energía y Minas, Alberto Acosta, dando contestación a la dirigida por él a los asistentes al Encuentro y en la que se le solicita una audiencia donde se de la contestación a las condiciones que las organizaciones y comunidades ponen para aceptar el llamamiento a un diálogo nacional que hace el Econ. Acosta. Estas condiciones son:

a) El país deberá entrar en una moratoria en la entrega de nuevas concesiones mineras.

b) El país deberá salvaguardar su patrimonio natural, así como la seguridad de su población, motivo por el cual, la actividad minera a gran escala deberá suspenderse, así como todos los mecanismos de extorsión, chantaje, utilizados por éstas contra las poblaciones locales.

c) Proponemos que el diálogo nacional desemboque en una propuesta de cambio constitucional, a partir de la cual se pueda dar prioridad a la vida y la soberanía, antes que a la venta y destrucción de nuestros recursos.

Dependiendo de la respuesta del Ministro, la Coordinadora tomará las decisiones en base a las demandas y necesidades urgentes de los diferentes puntos en conflicto con las transnacionales mineras.

Estamos convencidos de que esta unidad lograda como resultado de este encuentro ayudará en la lucha contra los invasores extranjeros que jamás harán realidad sus perversos planes mientras haya un pueblo digno dispuesto a luchar por la justicia y la libertad.

DECLARACIÓN DEL ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA VIDA
Sígsig - Cuenca - Gualaquiza
ECUADOR, enero 2007

"La vida individual es transitoria, pero la aventura del sistema vivo y de las identidades colectivas trasciende en el tiempo... La ética de la sustentabilidad coloca a la vida por encima del interés económico-político o práctico-instrumental... es una ética para la renovación permanente de la vida, donde todo nace, crece, enferma, muere y renace. La preservación del ciclo permanente de la vida implica saber manejar el tiempo para que la tierra, se renueve y la vida florezca en todas sus formas conviviendo en armonía en los mundos de vida de las personas y las culturas."
Manifiesto por la Vida, mayo 2002

LA DEVASTACIÓN

Nuestro planeta atraviesa por una gran crisis ambiental, producto de
un sistema depredador, que a pretexto de crecimiento macroeconómico, desarrollo, progreso y más falacias, ha conducido al empobrecimiento masivo de la población, a la exclusión y la injusticia social, a la destrucción de los ecosistemas, a la mercantilización de la vida poniendo precio y apropiándose de la biodiversidad y de los conocimientos ancestrales, irrespetando nuestras culturas, imponiéndonos su modelo consumista y un estilo de vida insustentable.

La globalización neoliberal que cobija la codicia de las corporaciones empresariales, ha llevado a límites insostenibles las más grandes disparidades: la concentración de la riqueza en contados grupos de poder a nivel nacional y mundial a costa de la miseria y carencia del sustento básico en los hogares, la brecha cada vez mayor entre países ricos y pobres por la expoliación persistente de su patrimonio natural y humano, la contradicción entre la generación de alto nivel en ciencia y tecnología coexistiendo con el hambre y las enfermedades del subdesarrollo.

Los grandes intereses económicos ligados al poder político, subyugan a los pueblos y países valiéndose de instrumentos y organismos internacionales, tales como la OMC, que promueve el comercio de la biodiversidad, y los organismos financieros multilaterales (Banco Mundial, FMI, BID y otros) que imponen las concesiones para explotación minera. Es el dominio de las transnacionales mineras, petroleras, hidroeléctricas, madereras... que a su paso han dejado devastación, enfermedades, muerte, apropiación de tierras en pocas manos, explotación de la fuerza de trabajo local, trabajo infantil, desocupación y miseria.

La minería a gran escala — de concesión exclusiva a las transnacionales — causa gravísimas e irreversibles consecuencias sobre el ambiente y la salud de la población, socavan los valores culturales y éticos, destruyen tradiciones vitales para el sostén de la solidaridad y unidad de las comunidades y familias, generan conflictos y problemas sociales como el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución, el juego de azar, la violencia intrafamiliar contra la mujer y niños/as.

No existe un solo ejemplo a lo largo y ancho del mundo, en el que luego de la explotación minera de las transnacionales, las poblaciones tengan el ansiado progreso, hayan elevado su calidad de vida, exista la remediación ambiental prometida; todo lo contrario, lo único que queda son las migajas de pequeñas donaciones, mayor empobrecimiento ambiental y humano. Cuando se agotan los yacimientos de minerales las comunidades se quedan con tierras devastadas, quiebran las pequeñas economías de subsistencia con el abandono de la actividad agropecuaria para dar paso a prácticas consumistas, se fomenta la migración de los trabajadores rurales para volverlos esclavos de las mineras y se vulnera en todos los sentidos la vida de hogares campesinos e indígenas.

La destrucción generada por las mineras transnacionales abarca graves daños a fuentes de recursos hídricos y la apropiación del agua en beneficio de muy pocos. El líquido vital es cada vez más necesario para los pueblos y no se puede continuar entregándolo a las transnacionales.

En el marco de la devastación ocasionada por la minería a gran escala, la situación de las mujeres se ve doblemente afectada por las relaciones inequitativas y la marginación a la que se ve sometida por su desplazamiento de las actividades como productora y recolectora de alimentos y de agua, proveedora de cuidados y criadora. Su carga se ha multiplicado, lo cual es causa de más enfermedad, muchas mujeres se ven forzadas a ingresar en la economía informal para encontrar fuentes adicionales de ingresos.

Todo este panorama genera la resistencia y la protesta de las comunidades y organizaciones que defienden la vida, que promueven un nuevo sistema económico, social y ambiental, que defienden la soberanía. Como contrapartida, los grupos de poder y los gobiernos al servicio de las transnacionales instauran la militarización de las áreas mineras, con operativos combinados de ejército, policía y mercenarios, practicando toda forma de violaciones a los derechos humanos: desapariciones, detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos, violaciones, incendios de aldeas y cosechas, etc.

NUESTRA CONVOCATORIA

Romper con este esquema de "civilización" capitalista en crisis, constituye un imperativo para los pueblos. Las transformaciones profundas que requerimos nos deben conducir a un modelo de desarrollo con auténtica sustentabilidad —económica y ecológicamente sostenible, social y políticamente justo—, de tal forma que preservemos el ciclo de la vida.

Es urgente terminar con el control imperialista sobre el patrimonio natural para así crear y mantener un ambiente saludable para todos y todas.

Los gobiernos y los organismos multilaterales, deben dejar de ser cómplices de las transnacionales y el imperialismo. Exigimos la transformación del sistema mundial de comercio para que deje de violar los derechos sociales, ambientales, económicos y de salud de la población y para que empiece a resarcir por todo el daño ocasionado a los países del sur. Exigimos la nacionalización absoluta del patrimonio natural.

Las comunidades, organizaciones y ciudadanas/os partícipes del ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA VIDA, unidos con ese objetivo, demandamos del Estado y del Gobierno Ecuatoriano:

Declarar al Ecuador PAÍS LIBRE DE MINERÍA A GRAN ESCALA, que implica la nulidad de concesiones y el cese inmediato de las operaciones de mineras trasnacionales y sus subsidiarias, ratificando hasta tanto la suspensión de las actividades de minería a gran escala en Morona Santiago, Zamora Chinchipe e Imbabura. Le decimos un rotundo NO a la minería de gran escala y a cielo abierto. ¡Esta posición de los pueblos no es negociable! Demandamos a la par la moratoria en la ampliación de la frontera petrolera. Que las empresas transnacionales y nacionales, las instituciones públicas y las militares, rindan cuentas y respondan económica, social y judicialmente, por sus actividades destructivas y riesgosas que tienen impacto sobre el ambiente y la salud de la población.

Que todas las políticas económicas y los proyectos de desarrollo estén sujetos a evaluaciones con respecto a su impacto en la salud, ambiente, equidad y género, que incluyan medidas regulatorias para asegurar su cumplimiento y no se permita aquellas que tengan algún grado de afectación o impacto negativo. Que se apliquen restricciones y precauciones cuando cualquier tecnología implique amenazas potenciales a la salud y al ambiente.

Construir un nuevo sistema de indicadores de bienestar integral de la población que permita medir y monitorear socialmente el estado de salud y bienestar de la población y de la naturaleza. El PIB como principal indicador de bienestar sintetiza una visión economicista e inequitativa bajo la cual se promueve la inversión extranjera para la destrucción como es la minería a gran escala.

Fortalecer la pequeña producción agropecuaria en el marco de una política de soberanía alimentaria, que garantice el sustento básico para nuestros hogares.

Defender el derecho al agua como un derecho humano. Impedir toda forma de apropiación del agua por parte de las transnacionales, incluyendo la construcción de presas multipropósito que afecten el derecho comunitario al agua, procediendo a la suspensión inmediata y la nulidad de este tipo de concesiones de agua.

Exigimos el retiro inmediato de las fuerzas armadas, militares y paramilitares, de las zonas en conflicto, así como la investigación y sanción ejemplarizadora por sus violaciones a los derechos humanos.

Demandamos se archiven los procesos judiciales instaurados en contra de los dirigentes comunitarios.

Se implementen mecanismos de participación real de las comunidades, con capacidad de decisión y fiscalización en tomo a las políticas y programas que les involucren.

Nos declaramos en rebeldía y abierta oposición al latrocinio y depredación que cometen las mineras transnacionales. Convocamos a todos los pueblos y organizaciones populares del país a unirnos y hacer causa común para frenar este desastre ecológico, económico y social, para defender la vida. En base a lo expuesto, nos constituimos en una coalición de organizaciones y comunidades:
la COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y DE LA SOBERANÍA NACIONAL. Exhortamos a todos los pueblos a integrarse y participar de las siguientes estrategias políticas y organizativas:

Construir redes entre comunidades afectadas por las operaciones mineras, en alianza con otros sectores y organizaciones sociales, manteniendo nuestra movilización permanente en defensa de los objetivos propuestos.

Ejercer mecanismos de presión política para que los gobiernos locales y nacional, den prioridad a los intereses de la mayoría de la población sobre los de las empresas mineras transnacionales.

Promover la investigación y alternativas viables a nivel local y regional, con el apoyo y la asesoría de universidades y centros de desarrollo tecnológico.

Difundir información en forma amplia y sistemática, compartir experiencias sobre las diferentes formas y estrategias de lucha en el ámbito de la minería.

Promover concepciones y prácticas afectuosas y de respeto a la naturaleza, la diversidad cultural y los derechos humanos, a ser trabajadas en la educación formal y no formal.

Realizar campanas de educación para aumentar la conciencia de las comunidades sobre los impactos de la industria minera, la globalización en general y la relación de estos fenómenos con su propia situación.

24-27 de enero de 2007
COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y DE LA SOBERANÍA NACIONA


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