José De Echave: "En países con importantes recursos mineros, se debe discutir donde SI minería y donde NO"
"El tema minería y comunidades se encuentra en plena evolución: las empresas mineras se han dado cuenta, en los últimos años, que el principal conflicto social que han enfrentado en la década del 90´ es precisamente el conflicto con sus entornos poblacionales"
José De Echave - CooperAccion (Perú)
Doctor en Economía por la Universidad de París, Sorbonne Nouvelle
Consultor de la Organizacion Internacional del Trabajo (OIT) para la elaboración del estudio "Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo en el Sector Minero en el Peru"
Responsable de la investigación "Mineria y Comunidades: Manejo de Recursos Naturales y Pobreza" para la Universidad de Massachussets y el Political Economy Research Institute
Miembro del grupo promotor de la Red Mundial sobre Minería
Asesor de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros del Perú
Integrante del equipo del Tercer Mundo de Cáritas Francia
Entrevista vía email, octubre de 2003.
¿Puede observarse un patrón de comportamiento de parte de las empresas mineras extranjeras que quieren radicarse en América Latina con respecto a las comunidades locales? ¿Hay una forma de relación empresas-comunidades general reconocible, o habría que estudiar caso por caso?
Desde mi particular punto de vista este es un tema que se encuentra en plena evolución. Las empresas mineras en los últimos años se han percatado que el principal conflicto social que han enfrentado en la década del 90, es precisamente el conflicto con sus entornos poblacionales. Esto a diferencia de lo que ocurrió en otras épocas en los países de historia minera en Laitoamérica, como Bolivia, Chile y Perú, en los cuales, por ejemplo en la década del 70´ y 80´ el conflicto social por excelencia había sido el laboral, es decir la disputa entre los sindicatos y las empresas por mejores condiciones de trabajo.
La minería ha estado en un proceso de expansión en regiones como la nuestra, y al expandirse ha demandado controlar una serie de recursos naturales (aparte de los mineros, por ejmplo los recursos hídricos, tierras, etc.) que hasta antes de que llegue la minería habían estado bajo control y gestión por las comunidades locales, principalmente rurales y en muchos de nuestros países además comunidades indígenas, que tienen derechos ancestrales sobre estos recursos. Es por ello que las comunidades han salido en defensa y aparecen como una serie de guardianes de los ecosistemas frente a la llegada de un actor externo como la empresa minera.
Frente al "nuevo" conflicto, las reacciones no se han hecho esperar. Las empresas mineras han comenzado a desarrollar sus propias estrategias: Códigos de Conducta, por empresas o de manera corporativa, iniciativas globales como el "Proyecto Minería, Metales y Desarrollo Sustentable", con el que pretendieron llegar con un discurso de responsabilidad social y ambiental a la conferencia de "Río más 10" en Johanesburgo; y también algunos mecanismos de diálogo y concertación, que algunas empresas vienen desarrollando en diferentes zonas. El discurso más avanzado ha sido: "yo como industria reconozco mis externalidades negativas y estoy dispuesto a minimizarlas y compensar".
Sin embargo, si uno analiza los diferentes conflictos socio ambientales que enfrentan a las empresas mineras con las poblaciones del entorno, todavía existe una diferencia sustancial entre el discurso y la práctica. Y esto pasa con las empresas grandes, medianas y pequeñas.
Pero además, sea cual fuere el instrumento y el nivel de desarrollo del discurso de responsabilidad social y ambiental de la industria minera, creo que existe otro discurso que sí es común y en muchos casos es menos evidente: "nosotros las empresas mineras podemos autoregularnos, no necesitamos de nuevas leyes, de regulaciones estatales, ni vigilancia civil... dejen que nos regulemos solos... estamos impulsando mejores prácticas sociales y ambientales y no necesitamos de nadie más que de nosotros mismos y de nuestros aliados (agencias de financiamiento, consultoras, etc.)"
Por eso es que se oponen a cualquier cambio en la legislacion minera de nuestros países, pese a que los marcos legales han demostrado ser ineficientes para manejar conflictos de envergadura, como los que están ocurriendo en Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Este es un tema clave que plantea la necesidad de un debate de carácter programático. ¿Se necesita un
cambio en el marco legal de la actividad minera? Yo creo que si.
Ahora bien: tampoco descarto la necesidad de estudiar casos por caso, ya que todo no es tan uniforme en una industria minera bastante compleja. Cada caso relevante aporta lo suyo. Nosotros buscamos identificar las tendencias corporativas de la industria, pero también pensamos que es sumanente importante el análisis de casos para ver particularidades y/o ver las propias contradicciones entre discurso y práctica.
¿Cuál ha sido el rol del Estado peruano en la relación Minería & Comunidades?
Lamentable... es una palabra que resume bastante bien la actuación del Estado peruano. El marco legal es extremadamente favorable para las inversiones mineras y el Estado peruano ha renunciado a fiscalizar, controlar e incluso facilitar la resolución de conflictos. En muchos casos se han instalado procesos de manejo y resolución de conflictos sin la presencia del Estado peruano, que es visto por las comunidades como un actor parcializado y sin capacidades para manjer adecuadamente la relación entre minería y comunidades.
El Estado peruano debería tratar de desarrollar las capacidades que no tiene, construir las instancias e instrumentos que le permitirían intervenir en los conflictos. Por ejemplo, existe una figura del Ombudsman para conflictos mineros, que en muchos países está dando resultados.
¿Cuál ha sido el rol de los medios de comunicación peruanos en la relación Minería & Comunidades?
En la medida que la mayoría de conflictos relacionados con la minería se dan en zonas rurales, la repercución en medios ha sido bastante limitada. Sin embargo, algunos conflictos han trascendido, gracias al trabajo articulado de diferentes actores: ONGs, organismos de cooperación internacional, Iglesia, alcaldes y las propias comnidades.
Sin embargo, la oponión que prima en medios es que la actividad minera es suamente importante para la economía peruana: la mitad de los ingresos por exportaciones proviene de la actividad minera.
¿Se conoce algo en Perú sobre el caso del conflicto minero en Esquel, Patagonia Argentina?
El caso de Esquel ha llegado conocerse en los medios relacionados con la actividad minera. Además, existe una cierta similitud con el conflicto de Tambogrande en el Perú. En Tambogrande, la población y su alcalde convocaron a una consulta pública el 2 de junio de 2002 y el 98% de la votación le dijo No a la minería.
Adicionalmente, el hidrólogo norteamericano Bob Moran, ha hecho un análisis
para ambos casos. En el caso de Esquel fue contratado por GreenPeace.
¿Qué lecciones debería aprender Argentina de la experiencia peruana en relación a la problemática Minería & Comunidades?
El Perú es un país con una larga tradición minera. La minería desde hace mucho tiempo es una actividad central en el funcionamiento económico del país. Sin embargo, los impactos sociales y ambientales también son de envergadura.
La trayectoria minera de países como el Perú, demuestra que el crecimiento de esta actividad debe estar acompañado de una gran capacidad del Estado y las poblaciones del entorno, para regular y vigilar el desempeño de las empresas. Sin este acompañamiento los efectos pueden ser contraproducentes.
Además se debe precisar cuál es el verdadero aporte al desarrollo de una actividad como la minera. Más aun si hablamos de desarrollo sustentable. En países con importantes recursos mineros se debe discutir donde SI minería y donde NO. Hay que hablar de ordenamiento territorial, zonificación, etc. Y allí donde se va a desarrollar la minería, definir cuáles son los parámetros que va a seguir la actividad, y cuál sera su aporte al desarrollo de esas localidades.
Además, en el Perú, las comunidades afectadas por la minería han desarrollado una importante experiencia organizativa a nivel nacional. Hoy en día existe la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (CONACAMI), que trabaja en la defenesa de los derechos económicos, sociales y culturales de las poblaciones. En el Perú existen alrededor de seis mil comunidadees campesinas (indígenas), de las cuales algo más de la mitad se encuentran en zonas de influencia de esta actividad.
También, otra experiencia importante en el caso peruano en los últimos años ha sido la vinculación internacional que se ha desarrollado con comunidades de otras regiones en el mundo que enfrentan situaciones similares, muchas veces con las mismas empresas mineras.
PUBLICADO: Octubre 28, 2003 11:24 AM
me parece un poco retrogrado en timepo de crisis hacer campaña contra el progreso economico de nuestra nacion
ocupen su tiempo en cosas mas provechosas