Octubre 06, 2006

Miguel Palacín Quispe: "CONACAMI está en capacidad de enviar líderes a Argentina para intercambiar experiencias"

Más de ochocientos dirigentes de la Confederación de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) se reunieron en Lima para celebrar su Tercer Congreso Nacional. Integrantes de comunidades indígenas, rondas campesinas, frentes de defensa, y otras organizaciones, realizaron un "plantón" frente al ministerio de Energía y Minas e iniciaron las actividades con la presentación de todas las delegaciones. Analizar la situación política, económica y social de los pueblos y comunidades, su relación con el Estado y las actividades mineras en territorios comunales; analizar el avance orgánico y político de CONACAMI-PERÚ; y elegir el Consejo Directivo Nacional para el período 2006-2009, fueron los ejes del Congreso. "Si, somos extremistas: de todo el país, desde los extremos sur y norte, llegaron las delegaciones de luchadores y luchadoras populares para este importante evento" aseguró uno de los asistentes. Miguel Palacín Quispe, presidente saliente de CONACAMI, dialogó con ORO SUCIO.

Lima, 30 de septiembre de 2006
Por Luis Manuel Claps

¿Qué balance hace de estos seis años al frente de CONACAMI?

Miguel Palacín Quispe: Nosotros nos fundamos con nueve regiones, en 1999. Al segundo congreso nacional en 2002 llegamos con 13 regiones. Hoy tenemos representadas diecinueve regiones, a lo largo del país. Ya se vislumbran liderazgos, posiciones políticas claras: todo este proceso ha significado un fortalecimiento, tanto de la organización como de los ataques recibidos. Nosotros tenemos setecientos cuarenta dirigentes con causas judiciales. Cinco dirigentes asesinados. Este congreso es también una respuesta a los ataques del gobierno y la Sociedad Nacional de Minería. Si Dios y la vida me dieran otra oportunidad, yo volvería a hacer lo que he hecho. Y si no hubiera hecho lo que hice, ahorita estaría en la cárcel. La única forma de protegerme frente a los juicios y la persecusión que me habían iniciado antes de CONACAMI, fue la intervención de las comunidades. La respuesta que hemos tenido en los inicios del proceso de CONACAMI fue muy rápida. Si bien nos llevó más tiempo fortalecer y armonizar el discurso, pudimos capacitar y generar nuevos dirigentes. Hoy, en las actuales circunstancias, tenemos miles de compañeros en todo el Perú con capacidad de poder responder. Yo di una parte de mi vida acá, comprometí mi familia completa a este proceso, mis hijos caminan conmigo. Para nosotros, para la familia, CONACAMI es como un hijo más. La cuidamos, la queremos.

¿Cómo llega CONACAMI a este tercer congreso nacional?

Entramos al Congreso para dar un siguiente paso. Ahora tenemos un proyecto político que, desde CONACAMI, sirve a todas las organizaciones indígenas y campesinas del Perú. Proyecto político que enmarca el modelo de país que queremos: pluricultural, multilingue, y sobre todo con otra gestión de los recursos naturales. Nos definimos como anti-neoliberales. Somos una organización indígena en defensa del territorio y los recursos naturales. Veo mucho interés, mucho calor por querer discutir y plantear los temas. Y sobre todo por la renovación del consejo directivo. Este congreso, que viene de tres encuentros macro regionales previos, va a arrojar también resoluciones programáticas. Uno de los puntos fuertes es que CONACAMI, que tiene sede en Lima, tiene que ser descentralizada para poder atender la inmensidad de casos presentes en el Perú. Las macro regiones entrarán a operar ya con sede institucional, con sus propios equipos técnicos. Estamos muy contentos con la mayor participación de jóvenes y mujeres en este congreso, comparando con los anteriores.

¿Hubo algún cambio favorable a las comunidades afectadas por la minería con la llegada al gobierno de Alan García?

El nuevo gobierno de Alan García en Perú no ha cambiado nada, ni lo cambiará. Antes de las elecciones, se hicieron algunos ofrecimientos que no se están cumpliendo. En el tema minero se habló de revisar los contratos de estabilidad tributaria, pero eso a terminado en "pasar la gorra" y pedir aportes voluntarios a las empresas. En este momento el ejecutivo está ofreciendo mesas de diálogo allí donde estallan los conflictos, y algunas de ellas resultaron existosas porque la gente quiere resolver sus problemas, pero eso es sólo de cara a las elecciones regionales y municipales del próximo mes de noviembre. Y este gobierno ha perdido en quince regiones de las venticinvo que tiene el Perú, tiene muchas debilidades. Entonces no auguramos soluciones claras. El gobierno va a seguir con su política basada en la exportación de minerales. Pero esto nos encuentra a nosotros en mejor posición, a pesar del endurecimiento de las leyes que reprimen a los movimientos sociales.

En los últimos años han surgido en Argentina diversas experiencias de resistencia al avance minero, pero no se ha logrado establecer una instancia nacional que pueda reunirlas y potenciarlas...

Cuando organizamos CONACAMI salíamos de una gerra interna de muchos años que había vivido el Perú. No había liderazgos. Allí comenzó también la invasión minera a nuestras comunidades. Organizarlas fue caminar, de comunidad en comunidad. Estar en las asambleas. Capacitar, sensibilizar y discutir con ellas cómo construir una organización. Y hubo respuestas. Luego se trabajó en instalar el tema, posicionarlo en la agenda pública, y exigir soluciones. Y las experiencias exitosas que fuimos logrando nos dieron legitimidad. Hubo un gran sacrificio inicial, luego los mismos procesos se fueron desarrollando. En Argentina vemos que están como quizá estábamos antes nosotros, diciendo "hay que defender la tierra y el agua". Pero esta defensa hay que plantearla a nivel territorial, entonces va más allá: los recursos, el pensamiento, la economía, la espiritualidad. Nosotros estamos en capacidad de enviarles líderes para hacer intercambio de experiencias. No para las ciudades ni para los hoteles, sino para vivir en las comunidades treinta días. Nosotros les ofrecemos la experiencia que hemos tenido, porque la única arma de los pobres es la lucha.

Perú: Congreso de CONACAMI concluyó cuestionando actividad minera por no generar desarrollo
Lima, 2 Octubre 2006
Publicado por SERVINDI - Comunicación intercultural para un mundo más humano y diverso
http://www.servindi.org

El día de ayer domingo concluyó a las 11.30 de la noche el Tercer Congreso Nacional ordinario de la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (CONACAMI) con la elección de su nuevo Presidente: Luis Riofrío, de la base de Tambogrande, Piura, y Mario Palacios, de la base Pasco, como Vicepresidente.

El evento concluyó con un serio cuestionamiento a la actividad minera por ser la principal provocadora de impactos sociales y ambientales dañinos para las comunidades campesinas del país y debido a que no genera un verdadero desarrollo sostenible para éstas.

El evento reafirmó el derecho al territorio y al agua como derechos ancestrales de las comunidades.

A pesar de las contraposiciones suscitadas entre las distintas bases se concluyó con un proceso de elección democrático en el que se eligió a la junta directiva que representará a CONACAMI por un periodo de dos años.

El proceso eleccionario estuvo precedido de exposiciones a cargo de destacados especialistas quienes desarrollaron ponencias de sumo interés. Por ejemplo, el señor Rodrigo Montoya quién sugirió trabajar para “construir una patria nueva desde una visión andina”.

El padre Marco Arana demostró con alarmante cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la inequidad existente en el tema de Inversión minera. Señalo, cómo regiones, como Ancash y Cajamarca, concentran el 45 por ciento de la producción minera nacional y son regiones que muestran elevados índices de pobreza extrema.

Ese panorama desalentador contrasta con el incremento en un 57.4 por ciento del valor de la producción minera regional en el primer trimestre del presente año, respecto al período del año 2003.

Luis Vittor, técnico de Conacami Perú destacó el hecho que los medios de comunicación sobrevaloran el valor de la minería frente a la agricultura y la biodivesidad. “El Perú no es un país minero, es un país agricultor desde tiempos inmemoriales”.

“Hoy, a quienes defendemos la agricultura, nos tildan de subversivos, de comunistas y ahora defino que nosotros, las comunidades indígenas, no somos ni de izquierda, ni de derecha, sino somos de la tierra”, concluyó.

Marcha en Defensa del Agua y el Medio Ambiente

El congreso de CONACAMI se inició el 29 de septiembre con una marcha de centenares de campesinos de todo el país quienes pacíficamente llegaron hasta el Ministerio de Energía y Minas para demandar una política que no esté de espaldas a la población afectada por los estragos de la actividad minera, que contamina las cuencas y nacientes de los ríos, afectando la producción agrícola y ganadera.

Fuentes de Conacami revelaron que a pesar de haberse gestionado la reunión con el Ministro del sector Juan Valdivia, éste prefirió asistir a la clausura del IV Encuentro de Mujeres Mineras en el exclusivo hotel Las Dunas de Ica, y dejó plantados a los miembros de las comunidades afectadas por la minería.

La comitiva fue recibida por el Director General de Minería, César Rodríguez Villanueva, quien se comprometió a entregar el memorial de CONACAMI al titular de minería y gestionar mesas de diálogo para llegar a acuerdos que impidan más abusos de parte de las empresas mineras hacia las comunidades.

La comitiva de CONACAMI demandó - entre otros puntos - que el Congreso de la República legisle sobre los espacios de dialogo y concertación a fin de garantizar que se cumplan los acuerdos de las mesas de diálogo que está desarrollando el Primer Ministro. Asimismo, demandaron la creación de una Comisión Especial de Alto Nivel que investigue de manera imparcial las responsabilidades particulares en los conflictos socio ambientales relacionados a la actividad minera.

CONACAMI expresó su preocupación por los casos de violación a los derechos a la propiedad, la existencia de irregularidades administrativas, la contaminación ambiental y de manera especial las violaciones a los derechos humanos como muertes, torturas, intimidación, persecución y otras que están sufriendo los comuneros que defienden sus derechos colectivos.

Finalmente, CONACAMI exigió la revisión exhaustiva del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos a fin que participe la sociedad civil y se someta a consulta o referéndum los puntos controvertidos, como por ejemplo el capítulo 10 sobre las inversiones.


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