Julio 25, 2005

Las minas del ex Fernando

Buscando el informe que acaba de publicar Revista Noticias sobre la minería de oro en Argentina, me topé con esta interesante nota del 17 de Junio de 2000 en la que los periodistas Edi Zunino y Christian Balbo describen los "negocios dorados" del entonces presidente Fernando De la Rua. Interesante...

Nota publicada por Revista Noticias - Año XXI - Nº 1225
Editorial Perfil S.A.
17 de Junio de 2000

Las minas del Rey Fernando. Los negocios mineros de Fernando de la Rúa, su primo Eduardo y el contador familiar. El prometedor misterio de Taca Taca.

El viejo Filiberto de Mena, geólogo y aventurero trasandino, abrió los ojos como dos naranjas. Fue allá por noviembre de 1791 cuando, desde el lomo de una mula, describió con su pluma de ganso: "En las serranías que dividen el valle de Salta de Oriente a Poniente, que es de más de treinta leguas de Norte a Sur, hay en sus cumbres varias bocas minas de oro trabajadas algunas por infieles y otras por cristianos llegados después de la conquista". Sus escritos son la primera referencia histórica sobre el inicio de una fiebre que dio a los españoles motivos de sobra para encarar su cruzada contra los paganos descendientes del inca. Lo que vino después es más o menos conocido. Pero el oro salteño fue quedando ahí, explotado siempre a cuentagotas, como esperando mejores días.

Tal vez haya llegado su tiempo definitivo. El presidente Fernando de la Rúa (62) acaba de anunciar que, como fruto de su exitosa visita a los Estados Unidos, inversores de aquel país traerán mil millones de dólares frescos para la exploración y la explotación minera. Creen que el 2000 será el año del oro en la Argentina. La promesa llenó de euforia a la comitiva presidencial. "La extracción de oro es una industria generadora de trabajo y deja muy buenos dividendos", explicó en Washington uno de sus más distinguidos integrantes. Y vaya si lo sabrá el propio De la Rúa, quien, como accionista de dos empresas del ramo, participó de negocios en los últimos dos años por 6,5 millones de dólares.

Hasta ahora, apenas unos pocos elegidos conocían la relación que une al Presidente con minas de oro en Salta, y de plomo en Jujuy. Don Filiberto de Mena estaría orgulloso. Ya no quedan "infieles" a la vista.

Abra cadabra. Todo empezó en 1980. Los militares aún pensaban quedarse para siempre, y Fernando de la Rúa se ganaba la vida como abogado en el estudio de Lavalle 1447, en sociedad con Gustavo Díaz Cantón (61). Aunque, político incurable al fin, tenía todo listo para la creación de su Fundación para la República, la misma que dieciocho años después daría base programática y financiera a su proyecto presidencial.

Una tarde, al llegar al bufete, dos desconocidos lo estaban esperando. Uno de ellos, el minero salteño Ramón Núñez (63), parecía hermano gemelo de Jorge Cafrune; el otro era un geólogo de antepasados suizos. Héctor Vitonne, se llamaba. Los hombres andaban buscando asesoramiento jurídico para ganar los derechos de exploración de una zona próxima al Salar del Hombre Muerto, casi en el límite sudoeste de Salta con Catamarca, a 4.000 metros de altura. A cambio de las gestiones, prometieron pagarle con el 10 por ciento de las utilidades. Tres años después, la mina Diablillos ya era más que una promesa: en efecto, había oro.

Así, el 11 de marzo de 1983, nació Abra de Mina Sociedad Anónima, con sede legal en el estudio De la Rúa-Díaz Cantón. Eran semanas agitadas. La lucha interna de la UCR entre alfonsinistas y delarruistas para definir candidato a Presidente de la Nación tras siete años de dictadura estaba al rojo vivo. Abra de Mina necesitaba un gestor de confianza. La titularidad de la firma cayó en manos de Eduardo de la Rúa (44), primo del entonces precandidato. Sería el primer puesto clave de Eduardo - tenía 27 años - en el entorno de su pariente más famoso: con el paso del tiempo, terminaría siendo el hombre fuerte de la Fundación para la República y el recaudador de campaña para las elecciones porteñas de 1996 y las presidenciales del ’99.

Los De la Rúa pasaron años buscando inversores extranjeros interesados en la exploración aurífera del yacimiento de Diablillos, con opción a compra. Como se verá más adelante, lo lograron. Pero antes de eso, Abra de Mina se expandiría: consiguió los derechos - en sociedad con otra empresa - para buscar plomo y otros metales en la mina Aguiliri, allí donde Jujuy le clava el "taco" a Salta.

En la declaración jurada de bienes presentada el 17 de enero pasado, Fernando de la Rúa reconoció su participación del 10 por ciento en Abra de Mina, paquete accionario que adjudicó a "reconocimiento de honorarios" y valuó en 16.566,17 pesos. En ese documento se había originado esta investigación periodística. Sólo que, a poco de andar, pudo comprobarse que, si el trámite ante la Oficina Anticorrupción se hubiera hecho dos meses antes, otras habrían sido las cifras. Porque hasta noviembre, las minas eran más.

Taca Taca. Hablar con el primo Eduardo puede ser revelador. El martes 13, cuando NOTICIAS lo llamó para preguntarle por las minas del Presidente, pidió unas horas antes de conceder una entrevista. "Primero voy a conversar con mi contador para no ser impreciso", dijo.

Noticias: ¿Quién es su contador?

Eduardo de la Rúa: Fernando Acoroni.

El apellido sonó familiar. Hace diez días, cuando esta revista estaba averiguando de qué viven los hijos presidenciales Antonio (26) y Aíto (23) - ver edición Nº 1224 -, supo que Acoroni maneja las cuentas del mayor de ellos, es decir, del novio de Shakira (23). El encuentro con Eduardo de la Rúa fue el miércoles 14, en el hotel Lancaster, de Córdoba y Reconquista. Al primer flashazo disparó: "No, nada de fotos", mientras intentaba tapar la lente con la mano.

Noticias: ¿Por qué la empresa no tiene oficinas propias?

De la Rúa: Porque este tipo de sociedades no necesitan personal ni un local, ni nada de eso. El negocio es conseguir inversores que se interesen por la exploración de las minas. Para eso se les cobra una especie de alquiler con opción de compra si todo marcha bien. Y bueno... estuvimos años así. Pero Abra de Mina no es la única sociedad minera en la que participa Fernando...

Noticias: ¿Hay otra? Porque entonces no la declaró...

De la Rúa: Habrán visto mal ustedes, ¿cómo que no declaró Taca Taca?

Noticias: ¿Que no declaró qué?

De la Rúa: Taca Taca, así se llama la otra firma... Aunque no, a ver, claro... Ahí se vendió esta sociedad, también a un grupo canadiense de Vancouver.

Según los registros oficiales, Taca Taca Sociedad Anónima fue creada el 10 de junio de 1980. Tomó su nombre de la mina homónima, ubicada en el extremo occidental de Salta, en el límite con Chile. A sus espaldas, del otro lado de los Andes, se levanta la mina de oro y cobre más importante del mundo, lo que anima a los geólogos a creer que - bien explotada - puede tener una rentabilidad impresionante. Por asistir jurídicamente a esa firma, el actual Presidente y su primo llegaron a detentar el 13 por ciento del capital accionario.

El lunes 22 de noviembre de 1999, dieciocho días antes de que Fernando de la Rúa ocupara el sillón de Rivadavia, Taca Taca fue absorbida por Corriente Argentina SA. La nueva empresa fijó sede en Carlos Pellegrini 125, 9º "B".

Al llegar a esa oficina, el mismo miércoles 14 por la tarde, NOTICIAS se topó con una sorpresa: es el estudio del contador Acoroni, el mismo que asiste a Antonito de la Rúa, a su tío Eduardo y a Abra de Mina, la firma minera del Presidente. Acoroni, tras la fusión de Taca Taca - de la cual, según los registros, fue vicepresidente -, pasó a ser el síndico titular de Corriente Argentina SA.

Noticias: ¿Desde cuándo es contador de la familia De la Rúa?

Acoroni: Asesoro a Eduardo de la Rúa desde hace diez años. Y a Antonio, desde marzo del ’98. Me gustaría que ponga que el chico es un ejemplo cívico, porque paga sus impuestos con absoluta puntualidad y rigor. Eduardo también, claro.

Noticias: Está bien, pero veníamos acá por otra cosa. Antes, Eduardo de la Rúa le estuvo haciendo consultas a usted por Abra de Mina y nos lo encontramos acá como directivo de Corriente Argentina, la dueña de la mina Taca Taca.

Acoroni: Sí, soy el síndico y el auditor de esta compañía, que ahora es una sociedad nacional de capital extranjero. El 99 por ciento del capital pertenece a Corriente Resources, la entidad madre de Canadá.

¿Pero qué tienen que ver los canadienses con todo esto?

Menem lo hizo. Ya lo dijo Eduardo de la Rúa: durante años, tanto Abra de Mina como Taca Taca - y tanto él como su primo ahora Presidente - estuvieron esperando el milagro. Más de una vez se preguntaron: tanto oro ahí, a flor de piel, cuánto tardará en dar buenos dividendos.

El viento a favor empezó a soplar en enero de 1998. A mediados de aquel mes llegó a Buenos Aires, invitada por Carlos Menem (69), la que se promocionó como "la delegación comercial extranjera más grande de la historia". Unos ochocientos funcionarios, políticos y hombres de negocios de Canadá desembarcaron en Ezeiza tentados por la apertura a los capitales internacionales y la ya mítica convertibilidad. Uno de los sectores económicos que más tentaba a la impactante comitiva era la minería y, sobre todo, el oro, gracias a las aún débiles pero prometedoras experiencias de empresarios de ese origen en minas de San Juan y Catamarca.

Fue como parte de esa ola que los De la Rúa trabaron relación con expertos de dos compañías, Barrick Gold Corporation y Corriente Resources. Entre junio y agosto del ’98, la primera se quedó con la explotación de Diablillos - hasta entonces en manos de Abra de Mina - y la segunda con el manejo de Taca Taca, propiedad de la sociedad de idéntico nombre. En total, por ambas minas se pagaron 6,5 millones de dólares contantes y sonantes. Al entonces Jefe de Gobierno porteño le habrían quedado no menos de 600 mil dólares. En enero, ya envuelto en la banda presidencial, cotizó sus riquezas en 1.283.387,10 pesos, entre los cuales no figura nada que permita adivinar aquellos dividendos.

De ese modo, Abra de Mina quedó enteramente dedicada a la búsqueda de plomo -l a región, vale insistir, es rica en oro - en el yacimiento de Aguiliri. Mientras que Taca Taca Sociedad Anónima pareció quedarse sin misión. Lo curioso es que no desapareció, sino que fue absorbida por fusión desde la flamante Corriente Argentina SA, donde sigue haciendo números el contador Fernando Acoroni.

¿En verdad dejaron de tener intereses los De la Rúa en las minas de Taca Taca? La curiosidad se agiganta ante las perspectivas optimistas del yacimiento aurífero. Y más aún cuando, según lo prometido en los Estados Unidos, hay mil millones de dólares dispuestos a volar desde allí en cualquier momento.

Dice Daniel Meilán (47), ex subsecretario de Minería de Menem y uno de los mayores expertos argentinos en la materia: "Taca Taca es un buen lugar, aunque en este tema nunca se sabe del todo. Posee reservas interesantes, aunque a relativa profundidad, lo que puede volver demasiado cara su explotación. Tiene el valor agregado de que queda justo enfrente, cordillera mediante, de La Escondida, la mina de oro y cobre más grande del mundo, lo que acrecienta sus posibilidades". En cuanto al impulso que podrían darle las inversiones norteamericanas si fueran exitosas en la zona, señala Meilán: "Cuando una mina aumenta su rentabilidad a altos niveles, la expectativa sobre las minas vecinas crece". De suceder algo así, ¿implicaría un golpe de suerte que literalmente llenaría de oro a la familia presidencial y/o a su contador?

Para más datos, la revista especializada "Panorama Minero" - de gran influencia en el sector y convocante, para noviembre de este año, de la exposición "Argentina Oro 2000" - pronosticó: "Salta presenta la posibilidad de que, realizando las inversiones necesarias, haya proyectos mineros que signifiquen un gran negocio. (...) Puede decirse que ya se dan esas posibilidades en proyectos muy avanzados como Taca Taca, Diablillos y otros". Una de las empresas norteamericanas más interesadas en el desembarco sería Homestake.

En realidad, las inversiones anunciadas la última semana por el Gobierno vienen a sumarse a otras. De hecho, desde 1995 los capitales llegados desde el exterior para el sector alcanzaron los 4.000 millones. Para más, en marzo de este año, en una audiencia especial de nula difusión pública, De la Rúa había recibido un compromiso de parte de Alan Hill, vicepresidente ejecutivo de Barrick Gold Corporation: una inversión de 950 millones en los yacimientos sanjuaninos de Pascua-Lama, en el límite con Chile, para llegar al 2005 con una producción de 3 millones de onzas de oro y 4.700 puestos de trabajo estabilizados. Barrick Gold es la misma empresa que le compró a los De la Rúa la mina Diablillos.

Noticias: ¿Qué le pareció el anuncio sobre las inversiones norteamericanas en minería?

Eduardo de la Rúa: ¡Qué me quiere insinuar! ¿Me está queriendo decir que ese anuncio tiene algo que ver con la empresa familiar? ¿Cuándo se van a hacer cargo de que ahora gobierna gente seria? No se equivoquen. Calculen bien. Y piensen que todavía nos quedan cuatro años. (sic)


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